articulos de Eduardo cerdá     -      Director de Paleolitico Vivo



 

              EL POLLUELO DEL FULMAR 

        

 

A lo largo y ancho del planeta encontramos especies que aparentemente no son muy distintas en aspecto a sus colegas de biotopo pero si lo son en cuanto a su comportamiento.

 

El Fulmar, un ave de la familia de los petreles, construye sus nidos en los acantilados, allí depositan sus huevos y allí quedan a merced de los depredadores. Las polladas quedan expuestas y no tardan en llegar, ávidos por comer, multitud de comensales no invitados.

Cuando estos aparecen para darse un festín con estas adorables bolas de plumón, inofensivas e incapaces de volar, sus congéneres lanzan un violento ataque químico, vomitan sobre ellos.

 

Los petreles fabrican un aceite concentrado en sus estómagos y los destilan después de comer para posteriormente arrojarlo en cascada por sus picos.

El vómito en si  contiene aceites de grasa de ballena entre otros componentes. Su olor es profundamente desagradable y fétido con el añadido extra de que si cae en la ropa, el aroma persiste durante años.

 

Pero si algo no deja de sorprendernos es que también puede ser mortal. El fluido regurgitado despoja de su impermeabilización a las plumas de las gaviotas por ejemplo. Estas, tras “la ducha”, tratan de lavarse en el agua del mar, y es ahí cuando les llega la sentencia de muerte al no poder remontar el vuelo de nuevo ahogándose en la inmensidad de las aguas.

 

Hay otras especies que tienen respuestas de autodefensa escatológicamente similares, como el caso de las Tordellas. Estas atacan en bandadas a los asaltantes defecando sobre ellos. Así consiguen que sus plumas queden pegadas por las heces impidiendo que puedan despegar de la tierra. Entonces les llega el turno al depredador depreda depredadores que no hará ascos a la presa a pesar de su aspecto más que repugnante.

 

Contaba Félix, que en una ocasión, explorando las selvas africanas, fueron recibidos desde los árboles por un grupo de chimpancés con una literal lluvia de excrementos. Sin duda fue una bienvenida de mierda…  

 

 

Podéis disfrutar de esta y otras anécdotas en sus programas de la Aventura de la Vida en la web de RNE.

 

 

Fuentes consultadas BBC.                                                                                                                                               4 de Diciembre de 2020


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SOLITARIO

 

Realmente, a la vejez viruelas. Yo creí que me las sabía todas y que podría campar a mis anchas a lo largo de las sierras del mundo, ahora tengo que contentarme con merodear por los desmontes facilones y encaramarme en los bajos de las barranqueras”

 

Así comienza Solitario, un relato narrado en primera persona por nada menos que un jabalí metido a literato. Es uno de esos cuentos para adultos, que desde las primeras sílabas enamora y le hace a uno desear de todo corazón tener al marrano en casa, durmiendo a los pies de la cama, perdonándole gruñidos y garrapatas.

 

Los libros, esas fuentes inagotables de sensaciones, que nos hacen salir del propio cuerpo para viajar, reencarnarnos en otros, y sobretodo sentirnos vivos.

 

 

Este hermoso periplo, fresco y montaraz, fue escrito por Jaime de Foxá y publicado en Enero de 1960. Jaime de Foxá y Torroba, aparte de ingeniero de montes, escritor, deportista, político y aristócrata, fue mentor y gran amigo de nuestro Félix Rodríguez de la Fuente.

Cuando uno se mete entre las pelambres de “Solitario” y trota libre por las parameras reviviendo sus desventuras, que una tras otra fluyen en cascada a lo largo del papel, se enorgullece del privilegio de palpar esos rincones y gozar de esa compañía. Y entonces, automáticamente, comienza a sospechar que el maestro Félix debió también galopar a lomos del cochino degustando repetidas veces esta historia, que le marcó de por vida.

El lenguaje es exquisito, la prosa describe el campo de un modo magistral y acompaña  detalles y percepciones que hacen al lector llegar a oler los tomillos y a sentir la humedad de la noche en las escarpaduras de Sierra Morena. De algún modo obliga a abrazar recuerdos y a mitigar indiferencias por la naturaleza.

 

Cómo huelen la tierra llovida, el jaral mojado, la leña empapada, secándose a los soles de la primavera recién nacida!...”

 

Foxá, siendo cazador,  utiliza a su avatar “Solitario” para  confesar sus preocupaciones ecologistas en los albores del conservacionismo. Y lo hace, penetrando desde las navajas, con inquietudes filosóficas a través del animal, con plena conciencia y un sólido docto discurso.

Lanza críticas feroces al mal cazador; “El hombre es cruel; mata por matar; para hacer sangre. Por si solo, hace más estragos que los lobos, la peste y la vejez unidos.”

A sus rehalas de perros que traicionaron vilmente las nobles leyes de la naturaleza;

 “Los hombres sienten cierto respeto por estas criminales alimañas e incluso rodean de fantasías y leyendas macabras todas sus correrías. Puede que también sea esta en el fondo una manera de vengarse del hecho de que los lobos no sean fundamentalmente otra cosa que unos perros rebeldes que se han negado a firmar con ellos pactos de servidumbre.”

 

Los paisajes son evocadores hasta el punto de llegar a vislumbrarlos entre las letras, y los sonidos del espíritu de los bosques se dejan escuchar entre sus hojas.

Haga un esfuerzo el lector por abstraerse un instante, y tratar de leer el siguiente alegato por la defensa y la protección del único hogar que ostentamos, imaginando la voz de La Aventura de la Vida recitando estas palabras. Si capta el mensaje, entonces sabrá a qué me refiero.

 

La sierra se muere. Se la ve envejecer y entristecerse; perder lozanía y frescura; envilecerse en cerros polvorientos cruzados por llagas de hendidas torrenteras.

 

Ellos -los hombres- verán si les conviene. Si les compensa a la postre rodearse de fealdad y de páramos sin sombra ni misericordia con tal de recoger cuatro granos  de centeno enfermizo, unas tablas de madera nudosa o mezquinos montones de pedruscos metálicos.

 

A nosotros esta sucia invasión nos acorrala, nos hunde.

 

Dentro de algunos años, la incomparable y perfumada Sierra de Andujar, será un vulgar y soleado paraje, cuadriculado de roturaciones entre la osamenta mineral de las peñas desnudas… Y sobre el esqueleto de los cerros sin vida volará como la sombra de una nube el recuerdo de los montes oscuros que guardaban en horcajos de misterio y umbrías penetrables el milagro ágil y gimnástico de los ciervos arrogantes y  de los peludos jabalíes…”

 

 

“Solitario” se reeditó en 2017, algo que invita a recechar por las librerías hasta darle merecida caza, y que engalane la biblioteca como un medalla de oro. Porque como afirman los sabios, quien tiene un libro, tiene un tesoro.



 

 

        ALGO MARAVILLOSO

 

Hay fenómenos naturales que escapan a la razón del profano y que de un modo especial tocan en lo profundo, inspiran y despiertan gran curiosidad. Esos fenómenos, en ocasiones, se ven a simple vista pero son inalcanzables y afortunadamente quedan muy lejos de la mano del poderoso ser humano que domina nuestro planeta con mano de hierro.

 

 

 

Uno de ellos, de ellas, es estelar, seguramente sea una de las favoritas entre todas las estrellas para quienes otean embobados los cielos en la noche, vive a tan solo 600 años luz de nosotros y se llama Betelgeuse.

 

Betelgeuse viene del árabe Bait al-Jauza que viene a significar "El hombro de Jauza", siendo Jauza un ser mitológico, inicialmente ligado, por los antiguos árabes, a Géminis y posteriormente asociada con la constelación de Orión.

“El Cazador”, siempre ahí, dominando el espacio infinito como el centinela mayor de los reinos siderales. Orión es una galaxia fascinante con muchas leyendas que relatarnos, pero sin duda su estrella mas alta, es la que da sentido a muchas de las cosas que nos atemorizan y nos sacuden con un baño de humildad en nuestro lapso por la madre Tierra.

¿Y podría evocar ese desahogo en la conciencia de muchos viéndose vulnerables en las barbas de Betelgeuse?  Pues simplemente porque ahí donde la veis, se está muriendo.

Hasta los mismísimos dioses tienen su ocaso anotado en un calendario. El propio universo tiene fecha de caducidad, aunque algunos prefieran no saberlo.

 

Betelgeuse se sitúa, en nuestro hemisferio, sobre el famoso cinturón de Orión y a la izquierda. Se puede ver a simple vista. Es rojiza, brillante, hermosa y verdaderamente seductora. Yo la llamo, la Oropéndola de la noche.

 

Se trata de una supergigante roja cuyo diámetro es mayor de 1.200.000.000 kilómetros y sería capaz de albergar 1400 soles como el nuestro. Esta estrella, en el centro de nuestro sistema solar, se extendería hasta más allá de la órbita de Júpiter.

 

Su brillo, fue cayendo en los últimos meses hasta alcanzar unos niveles nunca observados. Esta estrella, ocupaba la duodécima posición en la lista de las más brillantes. Sin embargo, perdió brillo exponencialmente, hasta descender al puesto 21 el pasado mes de Febrero. Este dato, aunque produjo sobresaltos en la comunidad científica, no es del todo relevante ya que a día de hoy ha recuperado prácticamente su esplendor. Se trata de una estrella variable que sufre altibajos regulares en su intensidad lumínica. Aún con todo, Betelgeuse se apaga. Ha llegado a los 10.000.000 de años de vida y entrado en su fase final.

 

Estudios científicos recientes apuntan que Betelgeuse ha empezado a fusionar helio en su núcleo, que es el proceso que sigue la estrella cuando está agotando su hidrógeno. Es la denominada nucleosíntensis estelar. Tras culminar este proceso y el de quema de metales, entrará en colapso gravitatorio y estallará como supernova. Y esto podría suceder mañana o dentro de los próximos 100.000 años.

 

Para algunos, su estallido es “inminente”. Según el especialista en divulgación científica, José Manuel Nieves, cuando esto ocurra, se convertirá en la supernova más brillante jamás observada por el ser humano. En apenas unos días y durante varios meses, se volverá más brillante que la Luna llena evolucionado a una luminosidad menor similar al cuarto creciente en la siguiente fase. Se podrá observar de día y, por las noches, su luz será capaz de proyectar sombras.

 

Permanecerá en este estado durante más de tres meses, se verá durante el día durante un año y harán falta dos años más para que, finalmente, la supernova deje de ser visible. Entonces, su cadáver, con el tiempo, se transformará en una bellísima nebulosa.

Eso si es una hermosa forma de morir…

 

Hay testimonios escritos de supernovas como el sucedido el primero de mayo del año 1006.  Describe Frank Winkler del Middlebury College, que cuando Europa estaba sumida en las tinieblas del medievo, una brillante luz se encendió en el cielo nocturno. Brillaba el doble que Venus y sus rayos centelleantes permitían leer manuscritos en plena noche. El fenómeno fue corroborado por estudiosos de medio mundo, desde Arabia a China pasando por los monjes de la Abadía de San Galo, en Suiza.

 

Ante este panorama uno no puede dejar de recordar la aparición de Bowman ante Floyd en 2010, Odisea 2, advirtiéndole que debían abandonar Júpiter en dos días. Floyd pregunta lo que pasará en ese momento y Bowman contesta: «Algo maravilloso».

 

 

 

 

Agradecimientos:  Beatriz Varona, Astrofísica y creadora del Canal de divulgación “The Triz Bang Theory”

 

 https://www.youtube.com/channel/UCZGyAlUPQP3fCLJK81pRylQ



 

La Miseria de los “Inser-viles”

 

 

La vida de las personas produce destellos de odio en ocasiones puntuales allá donde se produce genera un impacto psicológico negativo dentro de nuestra zona de confort. Se debe tener muy presente que los humanos somos primates y como tales conservamos nuestros instintos primarios intactos, la agresividad, el flechazo repentino, el ataque físico improvisado, la hiperreacción por salvar una vida, etc. Acciones buenas o malas de gran contraste pero que tienen su origen en la misma parte del interior de nuestra cabeza.

 

Conservamos una parte denominada cerebro reptiliano que tiene funciones cognitivas y garantiza nuestra supervivencia, tiene respuestas directas, reflejas e instintivas. Se trata de una zona diferenciada en el tronco del encéfalo y el cerebelo muy antigua. Un área que fue de las primeras en desarrollarse. Se encarga de mandar una señal como un resorte a velocidad luz cuando nos vemos amenazados, nosotros o aquellos a quienes amamos. Es la acción-reacción inmediata que hace que, por ejemplo,  una víbora aparezca como un rayo entre las matas y nos muerda el pie al pisar cerca de ella. Nuestro cerebro sigue una pauta idéntica cuando se expone a esos peligros latentes repentinos. Pero lo más aterrador de todo, es que es imprevisible.

 

Las malas reacciones, en ocasiones desmedidas en una sociedad como la nuestra, vienen desencadenadas en muchos casos por uno de los pecados capitales que nos asolan; la envidia. Cuando los romanos entraron en la península ibérica sentenciaron: “En Hispania, la envidia, por norma”. Vivimos en comunidades donde paradójicamente cierta masa de personas siente malestar psicológico y ansiedad crónica cuando a su vecino le funcionan bien las cosas y disfruta condenando su éxito. Son víctimas de desilusiones reprimidas que tienen ya difícil solución, o de complejos que habría que haber tratado en la niñez. La educación, el trabajo en la autoestima y permitir un sano libre albedrío, debiera ser obligatorio para que los niños dejen volar la imaginación y soñar muy fuerte. Y así, de este modo, poco después se convertirán en personas más justas y menos egocéntricas.

 

Rodríguez de la Fuente es el claro ejemplo de una semilla bien cuidada en las macetas familiares y hogareñas de Poza de la Sal. La absoluta libertad que le otorgó su padre en la infancia para descubrir el planeta, para experimentarlo desde las tripas y sobretodo para concienciarse en protegerlo, hizo que se convirtiera años después en el icono que fue y que sigue siendo. Félix, también sufrió en primera persona campañas de determinados sujetos que por inquina personal trataron de acabar con su carrera y su legado.

 

La educación en las primeras etapas de la vida va a producir que el mismo niño con todo su potencial comprimido y deseando estallar, deflagre hacia un premio nobel en astrofísica o a un psicópata asesino en serie. En ambos casos el individuo goza de una gran inteligencia, pero esta puede derivar hacia un lado o al otro dependiendo de quien calibra la balanza en casa. Allí es donde están los modelos a seguir, allí están las pautas de futuro y allí están los sentimientos y conductas que aflorarán poco después en la adolescencia.

 

Si queremos luchar por un planeta azul y por una humanidad mas honesta es de vital importancia ayudar a forjar en casa de manera equilibrada una personalidad transparente, mostrando a nuestros hijos los valores que necesitan comprender para que la tierra siga verde e indicando cual es el camino de la cooperación y de la ayuda al ser vivo débil.

 

Ahora mismo, mientras lees estas líneas, tus hijos juegan a un lado, escuchan tus palabras y absorben tus reacciones aunque no te des cuenta. Están metidos en tu maceta recibiendo todo el nutriente que florecerá en rosas, en hierbajos o en espinos. En tu mano está saber regarla hoy con la más inocente de las esencias si lo que deseas es criar simplemente a una buena persona.

 

Mientras tanto, individuos tóxicos de débil intelecto y mal asesorado seguirán desestabilizando, difamando y envenenando a los justos, emanando todo un caudal de frustraciones sobre nuestras conciencias y sobre nuestros cobardes grupos de Whatsapp donde los mediocres aplauden y los íntegros guardan silencio.